Publié le 15 mars 2024

La clave para reducir drásticamente el coste por copia no reside en negociar céntimos en el precio por página, sino en auditar y desmantelar las ineficiencias operativas y las cláusulas abusivas de su contrato de servicios de impresión gestionada (MPS).

  • La centralización de equipos y la eliminación de impresoras personales es el primer paso para generar ahorros significativos al optimizar el Coste Total de Propiedad (TCO).
  • Implementar una gobernanza estricta sobre la impresión a color y habilitar flujos de trabajo digitales seguros reduce el volumen de copias y los costes asociados.

Recomendación: Inicie una auditoría interna de sus facturas y patrones de uso actuales para identificar las fugas de coste antes de sentarse a renegociar con su proveedor.

Como director financiero o responsable de TI, cada factura que cruza su mesa es un puzzle. Sin embargo, pocas son tan opacas y propensas a costes ocultos como las del renting de impresoras y los servicios de impresión gestionada (MPS). La promesa de un « coste por copia » simplificado a menudo enmascara una realidad compleja de gastos innecesarios, consumos descontrolados y cláusulas contractuales que benefician casi exclusivamente al proveedor. Mientras que la solución habitual es intentar renegociar a la baja el precio por página, este enfoque es fundamentalmente erróneo.

La conversación sobre la optimización de costes de impresión a menudo se estanca en platitudes como « imprimir menos » o « usar más el blanco y negro ». Si bien son consejos válidos, ignoran la raíz del problema: la falta de una gobernanza de impresión y una estrategia operativa. La verdadera fuga de costes no está en los céntimos de más que paga por una copia a color, sino en los cientos de documentos olvidados en bandejas, los borradores internos impresos con la máxima calidad o los flujos de trabajo basados en fotocopias por pura inercia.

Pero, ¿y si el verdadero apalancamiento no estuviera en el precio, sino en el proceso? Este artículo adopta una perspectiva de auditoría forense para desglosar su contrato y sus operaciones de impresión. En lugar de ofrecer consejos genéricos, le proporcionaremos una metodología para identificar las ineficiencias sistémicas, evaluar las tecnologías de control y comprender los requisitos legales que le permitirán no solo renegociar su contrato desde una posición de fuerza, sino transformar su parque de impresión de un centro de coste a un activo eficiente y seguro. Analizaremos desde la elección del hardware hasta la validez legal de sus archivos digitales, dándole las herramientas para recortar su factura a la mitad.

Para abordar este desafío de manera estructurada, hemos desglosado el proceso en varias áreas críticas de análisis. Cada sección le proporcionará los datos y las estrategias necesarias para construir un caso sólido ante su proveedor y su dirección.

¿Por qué eliminar las impresoras personales de los despachos ahorra miles de euros al año?

La presencia de impresoras de escritorio en despachos individuales es a menudo vista como un símbolo de estatus o una necesidad para la confidencialidad. Sin embargo, desde una perspectiva financiera, representa una de las mayores fugas de coste en la gestión documental. Cada uno de estos dispositivos opera como una isla ineficiente, con un Coste Total de Propiedad (TCO) desproporcionadamente alto. Este TCO no solo incluye el precio de compra, sino también el coste por página de sus consumibles (a menudo mucho más caros que los de equipos departamentales), el consumo energético, el mantenimiento y el tiempo de TI dedicado a su gestión.

La centralización en equipos multifunción (MFP) estratégicamente ubicados ataca directamente esta ineficiencia. Permite consolidar volúmenes de impresión, lo que da acceso a contratos de coste por copia mucho más competitivos. Además, reduce drásticamente la variedad de consumibles a gestionar, simplificando el inventario y la logística. El impacto financiero es directo y medible; de hecho, un análisis del Coste Total de Propiedad demuestra que la elección de modelos optimizados puede generar ahorros de hasta 200€ por dispositivo solo en el primer año.

Gráfico comparativo mostrando los costes ocultos de las impresoras de escritorio frente a las compartidas

Al migrar de un modelo descentralizado a uno centralizado, la empresa no solo ahorra dinero, sino que también gana visibilidad. Un equipo departamental gestionado permite monitorizar quién imprime qué, cuándo y cómo, sentando las bases para una gobernanza de la impresión efectiva. Este control es el primer paso para atajar problemas más profundos como el desperdicio de papel y la impresión innecesaria a color, que analizaremos más adelante.

¿Cómo implementar la « impresión pull » con tarjeta para evitar documentos olvidados en la bandeja?

El escenario es familiar en cualquier oficina: se envía un documento a imprimir y, por una interrupción, se olvida en la bandeja de salida de la impresora. Este documento, a menudo confidencial, queda expuesto a la vista de cualquiera. Este problema no es solo un riesgo de seguridad de datos (potencialmente violando normativas como el RGPD), sino también un desperdicio económico considerable. Cada página olvidada es un coste directo en papel y tóner. La solución tecnológica a este problema se conoce como « impresión pull » o « impresión segura ».

El concepto es simple: cuando un usuario envía un trabajo a imprimir, este no se imprime inmediatamente. En su lugar, se retiene en una cola segura en el servidor. Para liberar el documento, el usuario debe acercarse a cualquier impresora de la red y autenticarse, ya sea con su tarjeta de empleado, un código PIN o su smartphone. Solo entonces el documento se imprime. Esto garantiza dos cosas: el usuario está físicamente presente para recoger el documento (eliminando el riesgo de olvido y exposición) y solo la persona autorizada puede acceder a él. A pesar de sus beneficios, los datos del sector indican que solo el 40% de las empresas están adoptando esta tecnología, lo que representa una gran oportunidad de mejora.

La implementación de la impresión pull tiene un retorno de la inversión (ROI) casi inmediato. Reduce el volumen de impresión entre un 10% y un 20% solo por los trabajos que nunca se liberan. Además, aumenta drásticamente la seguridad documental, un punto clave en cualquier auditoría de cumplimiento. La flexibilidad es otro beneficio: si una impresora está ocupada o fuera de servicio, el usuario puede simplemente ir a otra y liberar su trabajo allí sin tener que reenviarlo.

Plan de acción: Implementar la impresión segura en 5 pasos

  1. Configurar la cola de impresión: Establecer una cola de impresión segura universal en el servidor que retenga todos los trabajos hasta que se solicite su liberación.
  2. Habilitar la autenticación: Instalar lectores de tarjetas (NFC/RFID) compatibles con las tarjetas de empleado existentes en cada MFP o activar la autenticación mediante código PIN en la pantalla del dispositivo.
  3. Integrar con el directorio de usuarios: Sincronizar el sistema de impresión con el Directorio Activo (o similar) para una gestión centralizada de permisos y usuarios.
  4. Definir políticas de retención: Establecer una regla automática para eliminar los trabajos de impresión que no han sido liberados después de un tiempo determinado (normalmente 24-48 horas).
  5. Formar a los empleados: Comunicar el nuevo proceso, explicando los beneficios en seguridad, confidencialidad y sostenibilidad para asegurar su adopción.

Pago por uso o compra de consumibles: ¿cuál conviene para un volumen de 2.000 pág/mes?

Una vez centralizado el parque de impresión, la siguiente decisión contractual clave es el modelo de suministro y servicio. Para un volumen medio, como 2.000 páginas mensuales, las dos opciones principales son el Pago por Uso (CPP – Cost Per Page) dentro de un contrato MPS, o la compra directa de consumibles por parte de la empresa. La elección no es trivial y depende del nivel de control que se desee mantener frente a la predictibilidad del gasto.

El modelo de CPP es atractivo por su simplicidad aparente: se paga una tarifa fija por cada página impresa (con distinción entre blanco y negro y color), y el proveedor se encarga de todo: envío automático de tóner, mantenimiento preventivo y reparaciones. Esto ofrece una gran predictibilidad del gasto y elimina la carga de la gestión de inventario de consumibles. Sin embargo, el diablo está en los detalles del contrato. A menudo incluyen volúmenes mínimos de impresión mensuales que se facturan se usen o no, y penalizaciones elevadas por exceder el volumen contratado.

Por otro lado, la compra directa de consumibles otorga un control total a la empresa. Se puede buscar el mejor precio para cada cartucho y no existen mínimos. Sin embargo, esta libertad conlleva responsabilidades: la gestión del stock para evitar paradas por falta de tóner, el riesgo de comprar consumibles de baja calidad que puedan dañar los equipos y la necesidad de gestionar el mantenimiento por separado. Para un volumen de 2.000 páginas, la carga administrativa puede ser significativa. El siguiente cuadro resume las implicaciones de cada modelo.

La elección óptima a menudo reside en un análisis detallado de los patrones de uso. Como muestra una comparativa de modelos de contrato de impresión, no hay una respuesta única.

Comparación de modelos de contrato MPS para 2.000 páginas mensuales
Modelo de Contrato Coste mensual estimado Ventajas Desventajas
Pago por uso (CPP) 200-240€/mes (0.10-0.12€/página) Sin inversión inicial, mantenimiento incluido Mínimos mensuales, penalizaciones por exceso
Compra consumibles 160-200€/mes (variable) Control total del stock, sin mínimos Gestión de inventario, riesgo de paradas
Modelo híbrido 180-220€/mes Balance entre control y servicio Requiere gestión mixta

Algunas organizaciones, como demuestran casos de éxito en la implementación de MPS, logran grandes beneficios al consolidar sus servicios bajo un contrato bien estructurado. Por ejemplo, el sistema de salud Our Lady Health System utilizó HP MPS para consolidar la impresión, reducir costes y mejorar la seguridad, demostrando que un contrato de CPP bien negociado puede ser muy eficaz para volúmenes medios.

El agujero negro del presupuesto: empleados imprimiendo borradores internos a todo color

Identificada la estructura de hardware y el modelo contractual, el siguiente nivel de auditoría se centra en el uso real: el comportamiento de los empleados. La mayor fuga de coste individual en la mayoría de las empresas es el uso indiscriminado de la impresión a color. Si bien es indispensable para materiales de marketing o presentaciones para clientes, su uso para borradores de documentos internos, correos electrónicos o páginas web es un desperdicio masivo de recursos. La diferencia de coste es abrumadora.

Los datos son claros y contundentes. Según análisis del sector, el coste por copia revela que una página a color puede costar 0.10€ o más, mientras que la misma página en blanco y negro apenas llega a 0.02€. Esto significa que imprimir a color es, como mínimo, cinco veces más caro. Cuando este sobrecoste se multiplica por cientos o miles de páginas al mes impresas innecesariamente a color, el impacto en el presupuesto anual es enorme. Es un « agujero negro » porque a menudo no se mide ni se controla.

La solución no es prohibir la impresión a color, sino implementar una gobernanza de la impresión inteligente basada en políticas y tecnología. El objetivo es hacer que la impresión en blanco y negro sea la opción por defecto y la impresión a color una elección consciente y justificada. Esto se logra mediante una combinación de configuraciones en el driver de impresión y políticas de usuario gestionadas centralmente. Por ejemplo, es posible forzar que todos los correos electrónicos se impriman por defecto en blanco y negro y en modo borrador.

Para un control más granular, se pueden establecer reglas basadas en roles o departamentos. El departamento de marketing puede tener permisos abiertos para imprimir a color, mientras que el departamento de contabilidad puede requerir una autorización o tener una cuota mensual. Los sistemas de MPS modernos incluso permiten mostrar al usuario una notificación con el coste estimado del trabajo de impresión antes de que decida liberarlo, una herramienta de concienciación muy poderosa. El seguimiento mediante informes mensuales por centro de coste expone los patrones de consumo y fomenta una cultura de responsabilidad.

¿Cómo configurar flujos de escaneo directo a carpeta para reducir las fotocopias innecesarias?

Una parte significativa del volumen de copias en una oficina no proviene de la impresión de documentos nuevos, sino de la fotocopia de documentos existentes para su distribución, archivo o procesamiento. Cada una de estas fotocopias es un coste innecesario y un paso hacia la acumulación de más papel. La alternativa moderna, eficiente y económica es reemplazar la fotocopiadora por el escáner, configurando flujos de trabajo de escaneo directo (scan-to-workflow).

Los equipos multifunción actuales son potentes centros de digitalización. En lugar de hacer una fotocopia de una factura para el archivo, el usuario puede escanearla directamente a una carpeta específica en el servidor de red (scan-to-folder), a su correo electrónico (scan-to-email) o, idealmente, a un sistema de gestión documental o ERP (scan-to-process). Esto no solo elimina el coste de la copia, sino que también inicia un proceso digital mucho más eficiente. El documento digitalizado se puede indexar, buscar y compartir instantáneamente, sin necesidad de espacio físico.

La clave para una implementación exitosa es la configuración de flujos de trabajo seguros y sencillos. Se deben utilizar protocolos seguros como SMBv3 o SFTP en lugar de FTP básicos para garantizar la integridad y confidencialidad de los datos en tránsito. Además, es fundamental configurar plantillas de escaneo predefinidas en la MFP. Por ejemplo, un botón de « Escanear Factura » que automáticamente guarde el documento en la carpeta de contabilidad, con un nombre de archivo estandarizado (ej: `FACT_PROVEEDOR_FECHA.pdf`) y aplique Reconocimiento Óptico de Caracteres (OCR) para que el contenido del PDF sea buscable.

La implementación de estos flujos de trabajo tiene un impacto directo en la productividad. Como señalan los expertos en servicios de impresión gestionada, las empresas que automatizan estos procesos pueden aumentar la productividad de sus empleados al mejorar la eficiencia en la gestión de documentos y la impresión. Un flujo de trabajo de escaneo bien diseñado elimina pasos manuales, reduce errores y acelera procesos críticos como la aprobación de facturas o la gestión de contratos, generando ahorros que van mucho más allá del simple coste del papel y el tóner.

¿Por qué escanear una factura con el móvil no sirve ante una inspección de Hacienda?

La digitalización de documentos es una palanca clave para la reducción de costes, pero debe hacerse con plenas garantías legales. Un error común es pensar que una simple foto o un escaneo básico de una factura con una aplicación móvil tiene la misma validez que el original en papel ante una inspeción de la Agencia Tributaria (AEAT). La realidad es que, para poder destruir legalmente el documento original, el proceso de digitalización debe cumplir unos requisitos técnicos muy estrictos, conocidos como digitalización certificada.

La normativa española, en particular la que regula los sistemas de facturación como VERI*FACTU, exige que el software utilizado para la digitalización garantice la integridad, autenticidad y legibilidad del documento. No basta con crear un PDF; el sistema debe generar un fichero que incluya metadatos específicos y una firma electrónica cualificada. Como establece la propia AEAT en sus directrices técnicas, los sistemas deben incorporar un « hash » del registro y, en muchos casos, la firma electrónica de los registros efectuada por el sistema emisor, además de un registro inalterable de eventos. Un escaneo con el móvil no cumple ninguna de estas condiciones.

Esta distinción es crucial para cualquier director financiero. Invertir en un proceso de digitalización que no esté homologado por la AEAT es un riesgo enorme. En caso de inspección, Hacienda podría no admitir las facturas digitalizadas como justificantes del gasto deducible en el IVA o el Impuesto de Sociedades, con las consiguientes sanciones. La transición hacia la facturación electrónica obligatoria en España, que ya tiene un calendario definido, hace que este punto sea aún más crítico. Según la normativa, la obligatoriedad será en enero de 2026 para empresas y julio de 2026 para autónomos, lo que impulsa la necesidad de adoptar sistemas conformes.

Por tanto, al planificar la digitalización del archivo, es imperativo elegir una solución de software (a menudo integrada en los servicios MPS del proveedor de impresión) que esté explícitamente certificada y homologada por la Agencia Tributaria. Solo así la copia digital tendrá plena validez jurídica y permitirá la destrucción segura del original en papel.

¿Por qué usar papel de 75gr en lugar de 80gr puede atascar sus impresoras y costar más?

En la búsqueda de la reducción de costes, una de las ideas más recurrentes es comprar el consumible más barato disponible. En el caso del papel, esto a menudo se traduce en optar por un papel de 80 g/m² de baja calidad o incluso buscar gramajes inferiores como 75 g/m², asumiendo que un menor gramaje equivale a un menor coste. Sin embargo, esta es una visión cortoplacista que ignora, una vez más, el Coste Total de Propiedad (TCO) y puede resultar, paradójicamente, en un coste operativo mayor.

El problema no reside tanto en el gramaje en sí, sino en la calidad de fabricación del papel. Un papel de baja calidad, independientemente de su gramaje, tiende a generar más polvo y a tener una superficie menos uniforme. Este polvo se acumula en los rodillos y mecanismos internos de la impresora, provocando un desgaste prematuro y, sobre todo, un aumento significativo de los atascos de papel. Cada atasco implica una pérdida de productividad del empleado que debe solucionarlo y un riesgo de dañar componentes sensibles del equipo, generando llamadas al servicio técnico que pueden no estar cubiertas por el contrato de CPP si se demuestra el uso de consumibles no recomendados.

Contrariamente a la creencia popular, un papel de 75 g/m² de alta calidad puede ofrecer un rendimiento superior a uno de 80 g/m² de calidad estándar. Los papeles de alta calidad, como los que cuentan con la certificación ColorLok, están tratados para tener una mayor rigidez, mejor opacidad y una superficie más lisa, lo que reduce drásticamente el riesgo de atascos y mejora la calidad de impresión. Además, un menor gramaje con la misma calidad tiene beneficios logísticos y medioambientales: pesa menos, lo que reduce costes de transporte y almacenamiento, y consume menos recursos en su fabricación.

La siguiente tabla desmitifica la comparación entre ambos tipos de papel, demostrando que el precio por resma no es el único factor a considerar.

Comparación papel 75gr vs 80gr: mitos y realidades
Característica Papel 75gr alta calidad Papel 80gr estándar
Precio por resma (500 hojas) 3.50€ – 4.00€ 4.00€ – 4.50€
Riesgo de atascos Bajo con certificación ColorLok Bajo-Medio según calidad
Opacidad 92-94% con tratamiento 94-96%
Ahorro en transporte 6.25% menos peso por palé Referencia base
Impacto ambiental Menor consumo de recursos Mayor consumo

Puntos clave a recordar

  • El verdadero ahorro en impresión se logra mediante la gobernanza y el control de procesos, no solo negociando el precio por página.
  • La centralización de equipos y la implementación de tecnologías como la impresión pull son inversiones con un retorno rápido en seguridad y reducción de costes.
  • La digitalización de documentos debe realizarse con software homologado por la AEAT para tener validez legal y poder destruir los originales en papel.

Digitalizar el archivo histórico: pasos para eliminar el papel con plena validez legal

Llegados a este punto, hemos optimizado el hardware, el contrato y los flujos de trabajo diarios. El paso final y más transformador es abordar el archivo histórico: las montañas de papel almacenadas que ocupan espacio costoso y dificultan la búsqueda de información. Embarcarse en un proyecto de digitalización del archivo histórico es la culminación de una estrategia de oficina sin papeles, pero, como vimos, debe hacerse con una metodología que garantice la plena validez legal de los documentos digitales.

Un proyecto de esta envergadura no consiste simplemente en escanear documentos en masa. Requiere una planificación meticulosa que se puede estructurar en varias fases críticas para asegurar el éxito y el cumplimiento normativo. Como bien apuntan los expertos, « La factura electrónica obligatoria representa un hito en la digitalización empresarial en España », una afirmación que subraya la importancia de abordar la digitalización de forma estratégica.

El proceso debe seguir un plan riguroso:

  1. Fase 1: Auditoría y Triaje Documental. No todo el archivo necesita ser digitalizado. El primer paso es clasificar los documentos para decidir qué se debe digitalizar, qué se puede destruir directamente (por haber expirado su plazo legal de conservación) y qué, por su naturaleza, debe conservarse en formato original.
  2. Fase 2: Planificación Tecnológica y Legal. Aquí se selecciona el software de digitalización certificada homologado por la AEAT y se definen los protocolos que se seguirán, incluyendo el tipo de firma electrónica cualificada y el sello de tiempo que se aplicarán para garantizar la integridad.
  3. Fase 3: Ejecución de la Digitalización. El proceso de escaneo en sí, utilizando equipos de alta capacidad con OCR inteligente para convertir las imágenes en texto buscable y aplicar automáticamente los metadatos estructurados definidos en la fase anterior.
  4. Fase 4: Control de Calidad y Firma. Se realiza una verificación de la calidad de cada escaneo para asegurar su legibilidad y se aplica la firma electrónica y el sello de tiempo cualificado a los lotes de documentos digitalizados.
  5. Fase 5: Destrucción Certificada del Papel. Una vez que las copias digitales son legalmente válidas, los originales en papel pueden ser destruidos. Este proceso debe ser realizado por una empresa especializada que emita un certificado de destrucción segura, cerrando el ciclo legal.

Este enfoque estructurado no solo libera espacio físico y reduce costes de almacenamiento, sino que transforma un archivo pasivo en un activo de información dinámico y accesible para toda la organización. Es la pieza final para consolidar un ahorro del 50% o más en los costes globales de gestión documental.

Para materializar estos ahorros, el siguiente paso es realizar una auditoría exhaustiva de su parque de impresión, sus patrones de consumo y las condiciones específicas de su contrato actual. Esta inteligencia operativa será su mayor activo en la mesa de negociación.

Rédigé par Javier Mendieta, Ingeniero de Telecomunicaciones y Director de Sistemas (CIO) especializado en infraestructura IT para PYMES y entornos industriales. Experto en ciberseguridad, redes cableadas estructuradas y virtualización de servidores con 12 años de trayectoria.